Que me hubiera encantado saber antes de abrir mi cafetería al paso.
- Mercato Chef
- 22 may
- 2 Min. de lectura
Después de mucho andar, abrir mi propia cafetería fue cumplir un sueño... y también meterme en un quilombo hermoso. En este espacio quiero contarte todo lo que fui aprendiendo en el camino —lo bueno, lo malo y lo que nadie te dice— para que si estás por abrir tu café, no te agarre tan desprevenido como a mí.
ALGUNOS TIPS:
1. La máquina importa. Y mucho.
Sí, importa qué máquina elegís. No es un detalle técnico, es parte de la experiencia. La máquina no es solo un fierro; es la herramienta con la que vas a emocionar a tu cliente. Tiene que estar alineada con el tipo de café que vas a servir, el flujo de trabajo que tenés pensado y el nivel de calidad que querés ofrecer.

2. ¿Vas a servir café o vas a crear una experiencia? Tenés que saber qué tipo de café querés ofrecer y cómo podés sacarle el mayor provecho. Y no hablo solo del sabor. El café se vive con todos los sentidos: el olor, el color, el sonido de la molienda, el vapor. Todo eso suma a la experiencia.
Podés elegir despachar café como si fueras una estación de servicio. O podés crear algo que impacte. Yo te diría que elijas lo segundo. Porque cuando el café genera algo en el cliente, cuando lo emociona, te vuelve a elegir. Y si no, lo más probable es que en unos meses tengas que cerrar.
3. Invertí en un buen café
No elijas el café solo por precio o porque “es lo que hay”. Elegí un café que diga algo de tu marca, que esté en sintonía con lo que querés construir. Prepará tu cafetería para brindar una experiencia que sea una explosión de sensaciones.
4. La carta tiene que hablar el mismo idioma que tu café No necesitás tener mil productos. No confundas al cliente. A veces, menos es más. Hacelo simple, coherente y enfocado. Que la carta acompañe lo que vos estás queriendo transmitir con tu café.
Nos vimooos... pero quedate cerquita.
Que esto recién empieza.
Comments